5. PÁRROCOS
Presbítero Jorge Henao Gómez

El padre Jorge nació en Manizales el 6 de enero de 1924; estudió en esta ciudad y en Roma se licenció en Teología; ordenado sacerdote por monseñor Concha el 21 de agosto de 1949.
Fue cooperador en Quinchía, en la época de la violencia política; como mecanismo de defensa por la intranquilidad del momento trató de remediarla, además de sus oraciones, con notas de gran humor; muy recordada una carta escrita a otro sacerdote de su época, cuando trabajó en Quinchía: “Después del último que mataron, no han matado más”
En su época, la recomendación para los sacerdotes era no quitarse la sotana; el padre Jorge fue buen cumplidor de las normas y ni para jugar al fútbol se la quitaba; dentro de ella escondía el balón y obtenía así una ventaja. Cuentan sus alumnos del Instituto Universitario: “como el padre era muy aficionado al fútbol e hincha del Once Caldas, si este equipo perdía el partido del domingo, el genio se le alteraba un poco hasta el punto de que debían preparar mejor la lección del Lunes”.
Fue capellán en San Jorge; profesor y capellán en el Instituto Universitario en 1959; rector en el Colegio Pió XII de Salamina.
Su paso por la Parroquia de Nuestra Señora del Pilar también fue fugaz; hasta aquí no se había llenado la primera página del archivo del Despacho Parroquial.
Las celebraciones continuaron en el sitio atrás mencionado. La enfermera regaló una campanilla muy sonora, pero los amigos de lo ajeno le echaron mano para darle una destinación no tan santa. El padre Jorge manifestaba su pesimismo en relación con el avance de la Parroquia; y tenía razón, pues los vecinos apenas despegaban en sus nuevas viviendas; los gastos de adaptación, la cuota inicial, más la amortización mensual de los apartamentos estaban ahorcando a más de uno.
Murió el padre Jorge el 18 de enero de 1996.
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