Patronos de los médicos, cirujanos y farmacéuticos
Mártires. Nacieron en Arabia hacia el siglo III. “Cosme” significa “adornado, bien presentado”; “Damián”, significa “domador”. Se convirtieron al cristianismo y por amor a Dios, nuestro Señor, empezaron a llevar una vida de 'santidad y ejemplo para los demás. En Oriente los llaman “los no cobradores” porque ejercían la medicina sin cobrar nada a los pacientes pobres, pues tenían presente en su corazón las palabras del Evangelio: “Lo que han recibido gratis, denlo gratis”. Al llegarle la noticia a Diocleciano de que estos hombres eran cristianos, mando a Lisias, el gobernador de Cilicia, para que los capturara y los hiciera renegar de su fe. Trató sin éxito de que dejaran de predicar y como no lo consiguió, mandó que les cortaran la cabeza; así derramaron su sangre por amor al Divino Salvador. Después de su muerte se conoce la existencia de diversos templos dedicados a su nombre en Jerusalén, Egipto y la antigua Mesopotamia. La devoción a estos santos médicos se expandió rápidamente por la gran cantidad de milagros que se realizaban. En el siglo VI, el emperador Justiniano el Grande ordenó que la ciudad de Ciro fuera dedicada a ellos; en Constantinopla, el mismo emperador ordenó la construcción de una gran basílica en su nombre, donde se venerarían sus reliquias.
Oración Colecta: Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a Ti con fidelidad y servirte con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.

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