(*1815/+1888) Patrono de la juventud
Presbítero y Fundador de los Salesianos. Nació en Becchi (Italia) en 1815. Siendo niño tuvo un sueño profético que él mismo narró: “me encontraba en un campo rodeado de muchos chiquillos que maldecían, decían groserías y se pegaban. Yo me lancé a puñetazos contra ellos, pero los muchachos se convirtieron en lobos, leones y osos; algo terrible. Entonces se me acercó un personaje y me dijo: No pequeño, con la violencia no conseguirás nada, con dulzura, solo con dulzura. Luego apareció una hermosísima señora y me dijo: llévalos a pastar, lo entenderás más tarde”. Este fue el inicio de su gran obra en favor de los jóvenes; desde que fue ordenado Diácono, comenzó a reunir a los jóvenes obreros y niños abandonados de Turín cada domingo para instruirles en el amor a Dios. Construyó para ellos un asilo y una Iglesia, dedicada a San Francisco de Sales. Luego, al ser ordenado sacerdote en Turín en 1841, continuó su actividad pastoral de la mano de su director espiritual, San José Cafasso. San Juan Bosco realizó su vida ministerial en la educación de los jóvenes pobres y obreros en colegios y talleres de formación profesional. Para el desarrollo de dicha actividad pastoral, fundó la Sociedad de San Francisco de Sales y, con la ayuda de Santa María Dominica Mazzarello, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Su amor por la formación de los jóvenes nos deja frases célebres como estas: “Me basta que sean jóvenes para que los ame; aquí entre ustedes me encuentro bien, mi vida es estar con ustedes”. Murió en 1888 en Turín (Italia). El Papa Pío XI lo canonizó en 1934.
Oración Colecta: Señor, Tú que has suscitado en San Juan Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente que nos impulse a entregamos al bien de los hermanos y a servirte a Ti en ellos con fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
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