lunes, 31 de diciembre de 2018

CONVERSANDO CON DIOS EN EL NUEVO AÑO


Señor, al empezar este nuevo año, quiero encontrarme contigo despacio y con calma.  Son pocas las veces que lo hago. Tú sabes que ya no acierto a orar. He olvidado aquellas oraciones que me enseñaron de niño y no he aprendido a hablar contigo de otra manera más viva y concreta.

Señor, en realidad, ya no sé cuánta es mi fe en Ti. Han pasado tantas cosas en estos años. ¡Me ha cambiado tanto la vida y he envejecido tanto por dentro!... Yo quisiera sentirte más vivo y más cercano. Eso me ayudaría a creer más en Ti. Pero me resulta todo tan difícil...  Y, sin embargo, Señor, yo te necesito. A veces me siento muy mal dentro de mí. Van pasando los años y siento el desgaste de la vida. Por fuera todo parece funcionar bien: la familia, los amigos, el trabajo, los negocios. Cualquiera me envidiaría. Pero yo no me siento bien.

Ya ha pasado un año más.  Comenzamos un año nuevo, pero yo sé que todo seguirá igual. Los mismos problemas, y las mismas preocupaciones. Y así, ¿hasta cuándo?  ¡Cuánto desearía poder renovar mi vida desde dentro! Encontrar en mí una alegría nueva, una fuerza diferente para vivir cada día. Cambiar, ser mejor conmigo mismo y con todos. Pero la experiencia me dice que no puedo esperar grandes cambios. Estoy tan acostumbrado a un estilo de vida, que ni yo mismo creo demasiado en mi transformación.

Por otra parte, Tú sabes cómo me dejo arrastrar por la agitación de cada día. Tal vez por eso no me encuentro casi nunca contigo. Tú estás dentro de mí y yo ando casi siempre fuera de mí mismo. Tú estás conmigo y yo ando perdido en mil cosas.  Si al menos te sintiera como mi mejor amigo... A veces pienso que eso lo cambiaría todo. Qué alegría si yo no te tuviera esa especie de temor que no sé de dónde brota, pero que me distancia tanto de Ti...

Señor, graba bien en mi corazón que Tú hacia mí sólo puedes sentir amor y ternura. Recuérdame desde dentro, que Tú me aceptas tal y como yo soy, con mi mediocridad y mi pecado, y que me quieres incluso aunque no cambie.  Señor, se me va pasando la vida, y a veces, pienso que mi gran pecado es no terminar de creer en Ti y en Tu Amor.

Por eso, esta noche yo no te pido cosas.  Sólo te pido que despiertes mí más fe, lo suficiente para creer que Tú estás siempre cerca y me acompañas.  Y que a lo largo de este nuevo año no me aleje mucho de Ti. Que sepa encontrarte en mis sufrimientos y en mis alegrías que son pocas. Entonces tal vez cambiaré. 

viernes, 28 de diciembre de 2018

PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, ALLANEN SUS SENDEROS

La Misericordia de Dios no se hace esperar, pues en Jesús Él nos revela su Amor y nos enseña a ser misericordiosos. Nosotros, como imagen y semejanza de Dios, debemos reflejarla en nuestras actitudes y comportamientos, ya que Él se seguirá revelando en la medida que nosotros seamos ese “rostro amoroso y misericordioso”. A esto nos invita la primera lectura del profeta Baruc. Por otro lado, San Lucas nos hace la invitación a preparar el camino del Señor, pues

con el Tiempo de Adviento nos unimos a la labor de Juan el Bautista. Nosolro seguimos preparando todo para la venida del Señor en la medida que amamoH a Dios y al prójimo como a nosotros mismos. El camino continúa y necesita que pasemos por ahí, dejando huellas para que otros las sigan. Los que ya eslñn contribuyendo a la construcción del Reino de Dios, que no olviden las palnlimn del apóstol san Pablo en la segunda lectura de hoy: “quien inició en ustodim la buena obra la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús”. Hermano», que cada acción que realicemos sea un compromiso con lo que Dios nos pido Durante este Tiempo de Adviento, revisemos cómo llevamos nuestra vid.i y ni corresponde al plan que Dios ha trazado para nosotros.

jueves, 27 de diciembre de 2018

SAN NICOLÁS

(*270/+345)

A pesar de haber nacido en Asia Menor, también se le conoce como San Nicolás de Bari, pues sus reliquias

fueron llevadas a esta ciudad de Italia durante el pontificado de Urbano II. Nació en el año 270 en Licia, actual Turquía. Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres; decía a sus padres: “sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos ha dado tanto”. Al morir sus padres atendiendo a los enfermos en una epidemia, él quedó heredero de una inmensa fortuna, por lo que decidió repartir sus riquezas entre los pobres para luego irse de monje a un monasterio en el que luego fue ordenado sacerdote. Después de visitar Tierra Santa, volvió a Turquía y llegó a la ciudad de Mira, donde los obispos y sacerdotes estaban en el templo discutiendo a quién deberían elegir como nuevo obispo de la ciudad porque el anterior había muerto. Encomendaron el asunto a Dios y dijeron: “elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo”. Sin saber esto, en ese momento entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Por haber sido tan amigo de la niñez, y por otras historias en las que se resalta su generosidad, la veneración al santo se confundió con las tradiciones paganas, por lo cual se le hizo proveedor secreto de regalos para los niños cada 6 de diciembre. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de Nueva York, que deformaron la expresión alemana “Sankt Nikolaus” por “Santa Claus”, quien distribuye regalos entre los niños la víspera de Navidad y se representa como un anciano vestido de rojo, con una barba blanca, que pasa de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños (entre nosotros lo conocemos como Papá Noel). Murió en el año 345 en Mira (Turquía).

Oración Colecta: Despierta tu poder, Señor, y ven a socorrernos con tu fuerza; que tu Amor y tu perdón apresuren la salvación que nuestros pecados retardan. Por Nuestro Señor Jesucristo.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

SAN SABAS

(M39/+532)

Su sueño principal fue dedicarse a la contemplación y a la soledad de la vida eremítica, con lo cual alcanzó una relación más perfecta con Dios. Nació en Capadocia (Turquía) en el año 439. Después de haber pasado algún tiempo en el monasterio de su pueblo, en el 457, pasó al de Jerusalén, fundado por Pasarión, pero este no satisfizo sus aspiraciones. Luego se retiró a un monasterio cercano en el Mar Muerto, donde permaneció más de diez años. Tiempo después, pidió permiso a su abad para retirarse a una gruta con el compromiso de regresar todos los sábados y domingos a hacer vida común en el monasterio. Cinco años más tarde, de regreso a Jerusalén, fijó su domicilio en el valle de Cedrón, en una gruta solitaria a donde entraba por una pequeña escalera hecha con lazos. Según parece, esa escalera reveló su escondite a otros monjes deseosos como él de soledad y, en poco tiempo, como en un gran panal, esas grutas inhóspitas en la pared rocosa se poblaron de solitarios habitantes. Así nació la Grande Laura, uno de los más originales monasterios de la antigüedad cristiana. Sabas, con mucha paciencia y autoridad, gobernó ese creciente ejército de ermitaños organizándolos según las reglas de vida eremítica ya establecidas un siglo antes por San Pacomio. Como muchos monjes discutían su autoridad por no ser sacerdote, el patriarca de Jerusalén lo ordenó en el 491. Fundó otros monasterios, entre ellos uno en Emaús, y tomó parte activa en la lucha contra la herejía de los monofisitas, llegando al punto de movilizar a todos sus monjes en una expedición para oponerse a la toma de posesión de un obispo hereje, enviado a Jerusalén por el emperador bizantino Anastasio. Cuando murió San Sabas, en el año 532, en el monasterio de Mar Sabá, toda lá región quiso honrarlo con espléndidos funerales.

Oración Colecta: Señor y Dios nuestro, prepara Tú nuestros corazones con la fuerza de tu Espíritu para que cuando llegue Jesucristo, tu Hijo, nos encuentre dignos de sentarnos a su mesa y Él mismo nos sirva en el festín eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

martes, 25 de diciembre de 2018

SAN JUAN DAMASCENO

(*675/+749) Presbítero y Doctor de la Iglesia

Su fama se debe principalmente a que fue el primero que escribió defendiendo la veneración de las imágenes. Nació en Damasco (Siria) en el año 675 en una ilustre familia árabe cristiana. Ingresó en el convento de San Sabas en Jerusalén, en el cual se dedicó por completo a leer y escribir. El Papa Benedicto XVI resalta que “San Juan Damasceno fue, además, uno de los primeros en distinguir, en el culto público y privado de los cristianos, entre la adoración (latreia) y la veneración

"Detengámonos a contemplar el pesebre; ENTREMOS EN LA VERDADERA NAVIDAD con los pastores, llevando al Niño Jesús lo que somos" (Papa Francisco)

(proskynesis): la primera solo puede dirigirse a Dios, sumamente espiritual; la segunda, en cambio, puede utilizar una imagen para dirigirse a aquel que es representado en esa imagen. Obviamente, el santo no puede en ningún caso ser identificado con la materia de la que está compuesta la imagen. Esta distinción es importante para responder de modo cristiano a aquellos que pretendían como universal y perenne la observancia de la severa prohibición del Antiguo Testamento de utilizar las imágenes en el culto. Esta era la gran discusión también en el mundo islámico, que acepta esta tradición judía de la exclusión total de imágenes en el culto. En cambio los cristianos, en este contexto, han discutido sobre el problema y han encontrado la justificación para la veneración de las imágenes. Así pues, San Juan Damasceno es testigo privilegiado del culto de las imágenes, que ha sido uno de los aspectos característicos de la teología y de la espiritualidad oriental hasta hoy. Sin embargo, es una forma de culto que pertenece simplemente a la fe cristiana, a la fe en el Dios que se hizo carne y se hizo visible”. Lo que la Sagrada Biblia prohíbe es hacer imágenes para adorarlas, pero no prohíbe venerarlas, pues son instrumentos para recordar y celebrar que sí es posible responder positivamente al Señor en el seguimiento de sus huellas. Murió en el año 749 en Jerusalén. El Papa León XIII lo declaró Doctor de la Iglesia en 1890.

lunes, 24 de diciembre de 2018

JESÚS ES DIOS CON NOSOTROS!

Hemos llegado al final de la Novena y del Tiempo de Adviento para dar paso a la Navidad, pues en esta noche santa y hermosa celebraremos las primeras vísperas de la Natividad del Señor. Este último día es para todos nosotros y para nuestras familias un día de fiesta y de regocijo, pues nos uniremos en torno al pesebre, a una cena, a unos regalos o a unos abrazos para vivir y festejar el Misterio del Nacimiento del Hijo de Dios. ¡Qué bello sería unirnos en torno al altar del Señor a través de la Sagrada Eucaristía!, especialmente en esta noche en la que nace nuestro Salvador. Este día nos debe llevar a pensar en todos aquellos que pasan necesidad y que seguramente no podrán vivir una fiesta como nosotros, meditemos en los enfermos que se encuentran en los hospitales o en sus casas y elevemos una oración por ellos, recordemos a los niños qun son abandonados o violentados en su dignidad y presentémoslos a los pies de Dios en el pesebre, ofrezcamos una oración por aquellos hermanos que se encuentran secuestrados y por aquellos que están en una cárcel pagando una pena justa o injusta Contemplemos al Niño Jesús en todos aquellos que padecen tribulación y aportemos materialmente para que su situación sea mejor. Queridos hermanos, el Nacimiento de Jesús nos afirma que somos singularmente) amados por Dios, correspondamos a ese amor dando al Niño Jesús el regalo que Él espera, nuestra propia vida.


Navidad 2018

 Queridos hermanos y hermanas:

La Navidad es puerta abierta para el amor (Jn 1,12). Nos capacita para ser hijos de Dios y hermanos entre nosotros. Por tanto, es tiempo para revisar desde la humildad y sencillez nuestra relación con Dios y con los demás.

Este tiempo, nos debe servir para recuperar de nuevo el corazón de esta fiesta y descubrir detrás de tanta superficialidad y aturdimiento, el misterio que da origen a nuestra alegría y es causa de nuestra esperanza. Nosotros tenemos motivos profundos para el júbilo radiante de la alegría plena: Dios se ha hecho hombre y ha venido a habitar entre nosotros.

Desde el silencio del corazón, podemos “encontrar” a Jesús con la misma alegría y sencillez de los pastores (Lc 2, 8-20). Ellos, dejando miedos, oscuridad, rebaños y venciendo el frío de la noche, se acercan a Belén y hallaron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Cuentan lo que los ángeles, les habían dicho del Niño. Se fueron, glorificando y alabando a Dios.

Estos pasos deben ser nuestros pasos. Dejar a un lado miedos, apatías, tensiones, indiferencias, envidias, confrontaciones, porque creemos y afirmamos que Jesús es la Buena Noticia y HABITA entre nosotros (Mt 28,20) (Jn 1, 14). Vencer el “frío” de este tiempo oscuro y tenso, cuajado de posibilidades y amenazado por serias dificultades de todo tipo, violencia y miedo. Sabemos que Belén es la luz que disipa nuestras tinieblas de todo tipo y sigue iluminándonos para acertar por la senda de la vida. Tener la sencillez de los pastores, para decirnos “vayamos a Belén” (Lc 2,15) para acercarnos en silencio ante este Niño y acoger desde el fondo de nuestro corazón, mente y ser toda la ternura y cercanía de Dios. Contar con obras y palabras que Cristo es nuestra alegría y nuestra única esperanza. Volver al mundo de nuestro tiempo, anunciando lo que “hemos visto” y llevamos en nuestras vasijas de barro. Proclamar en todo momento y lugar que Belén es el Evangelio de la salvación y de la dignidad humana. Que Navidad, es el canto y defensa a la cultura de la vida. Es la defensa por los más débiles (Lc 10, 29-37).

Debemos de hacer un esfuerzo constante para que los roces de la vida, errores, nuestra propia mediocridad, los cansancios, no nos desgasten y nos lancen al borde del camino. Aceptándonos tal como somos.

Que el Corazón de María, peregrina en la fe, nos ayude a recorrer nuestro camino de fe, contemplando y descubriendo la presencia de Dios en los acontecimientos de la vida, en sus luces y sombras, pero siempre sintiendo la cercanía cariñosa de Dios, que nos convoca a la fiesta de la vida y nos urge a compartirla. (Mt 1-12; 25, 31-46).

FELIZ NAVIDAD...



viernes, 21 de diciembre de 2018

SAN FRANCISCO JAVIER

Conmemoramos la vida del Presbítero de la Compañía de Jesús que nació en Navarra (España) en 1506. Estudió en la Universidad de París y allí conoció a San Ignacio de Loyola, con quien estableció una sólida amistad, pues colaboró en la fundación de la Orden de los Jesuítas y trabajó fuertemente como misionero en la India y en el Japón. Esta amistad hizo que San Francisco Javier fuera cultivando unas virtudes idóneas para el ministerio sacerdotal y lo hizo capaz de testimoniar el amor de Dios en medio de los ambientes y realidades en que se encontraba. En 1534, fue uno de los siete servidores que, junto a San Ignacio, fundaron la Compañía 

de Jesús y, haciendo voto de absoluto pobreza, marcharon a Tierra Santa para comenzar su obra misionera. Fue ordenado sacerdote en Venecia junto a sus compañeros y en 1541 partió desde Lisboa hacia Goa (India) donde comenzó la labor evangelizadora. Sus primeros años los pasó atendiendo a leprosos y en 1544 salió para Malasia, donde trabajó arduamente. Luego estuvo en Amboino, en las Islas Molucas (Indonesia), donde predicó la Palabra de Dios y fomentó su devoción' hacia la Santísima Virgen María y hacia el apóstol Santo Tomás por los lugares donde predicaba. Su vida de fe lo condujo a amar la Santa Eucaristía; y el Sacramento de la Confesión, lo cual llevó a los fieles a enamorarse de estos dos Sacramentos. Luego de una, incansable labor misionera, murió en 1552 en la isla de Sancián, al frente de la costa de China. El Papa Gregorio XVI lo canonizó en el año 1622.

jueves, 20 de diciembre de 2018

ESTÉN SIEMPRE DESPIERTOS Y MANTÉNGANSE EN PIE ANTE EL HIJO DEL HOMBRE

Queridos hermanos, comenzamos el Tiempo de Adviento marcado, como siempre, por la esperanza, virtud que nos da la Gran Noticia de Dios, que nos dice que el ser humano primero debe ser libre en su interior y cumplir los mandamientos para ser una persona de bien ante la sociedad. El día de hoy, el profeta Jeremías nos plantea cómo Dios cumplirá su promesa en Jesús: recordemos que el pueblo de Israel tenía la esperanza de un libertador, pero lo imaginaban como un líder terrenal; en cambio, Dios tenía destinado para ellos un Mesías distinto, uno que revelara su justicia entre los menos favorecidos. Por otra parte, en este Tiempo de Adviento necesitamos entrar en un proceso de conversión, razón por la cual el apóstol Pablo nos llama a la Santidad en la segunda lectura. La preparación

para la Navidad debe incluir un sincero deseo de cambio, de lo contrario n podemos hablar de nacimiento, sino de muerte, porque el pecado está presente. San Lucas, aunque alude a un lenguaje apocalíptico, describe situaciones en las que se requiere la necesidad de saber discernir. Estamos en un mundo donde suceden cosas que pueden confundir y tergiversar la fe, por eso debemos estar preparados para nuestro encuentro con Dios. Lo importante no es lo que pueda suceder, sino el acontecer de nuestra vida espiritual que lleve a la conversión.
Oración Colecta: Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un dia a su derecha, merezcan poseer el Reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

VENDRÁ UNA NUEVA LUZ SOBRE LA TIERRA


Queridos hermanos, en este mes de diciembre celebramos el Tiempo de la Navidad. Pensemos en lo que esto significa: Para algunas personas este es un tiempo de vacaciones, descanso o viajes; para otras, representa compromisos familiares y el reencuentro con personas; algunos también ven en este mes la oportunidad de realizar Primeras Comuniones, Bautismos y Matrimonios, o bien fiestas y decoraciones con motivo de las festividades civiles y religiosas. Sin duda alguna, estas festividades expresan mejor la alegría que invade al mundo por la Gran Noticia: “Hoy, nos ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor”.

Civilmente, el mes de diciembre está lleno de aspectos muy hermosos porque coincide con lo que hemos dicho más arriba; sin embargo, toda esa alegría del compartir familiar debería ser un fruto de la Presencia de Dios y de su Hijo, que se ha Encarnado en el mundo para hacerlo vibrar de gozo. Pues es porque veo a Dios en cada persona que mi vida se viste de colores, se llena de alegría y es un motivo de celebración, por eso busco a las personas que amo y celebro el Nacimiento del Hijo de Dios.

La Navidad, como su nombre lo expresa, es el Tiempo de nacer, es decir, dejar a un lado aquellas situaciones tristes y permitirle a Dios que haga su obra de Amor en nosotros, por eso, no dejemos de adornar nuestra vida en este Tiempo y siempre con aquellas obras de amor, especialmente con los más necesitados.

El principal pesebre somos nosotros, cuando decidimos acoger a toda persona sin excluirla y así dar todo ese amor que tenemos, porque el amor no tiene límites ni fronteras. La Navidad es un Tiempo donde se debe resaltar más el Amor de Dios por la humanidad.

Muchas luces habrá en la vida, pero la principal es Jesús, como lo expresa un hermoso canto de Adviento: “Vendrá una nueva luz sobre la tierra, la luz de la justicia y la verdad; vendrá el Libertador de la naciones, vendrá la libertad”.

¡FELIZ NAVIDAD!

martes, 18 de diciembre de 2018

ARQUIDIOCESIS DE BARRANQUILLA PARROQUIA SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE SOLEDAD - ATLANTICO

La Parroquia San Juan Bautista de la Salle se encuentra ubicada en el barrio Hipódromo del municipio de Soledad, en el Departamento del Atlántico. Con más de 35 años de servicio a la comunidad del municipio, se enfoca en el fortalecimiento de las familias a través del encuentro con Jesucristo, propuesta implementada por la Arquidiócesis de Barranquilla que la ha llamado “Año del Encuentro”.

Actualmente contamos con la compañía espiritual del Padre Jair Alfonso Panza de la Hoz, quien, junto a los grupos y movimientos que conforman la parroquia, ha sido muy diligente en rescatar todos los valores que fortalecen a las familias, ya que conocemos de antemano la problemática que hoy en día atenta contra el modelo de hogar que el Señor nos ha dejado instaurado en su Palabra. Asimismo, nos esforzamos por llevar el Mensaje que Jesucristo nos enseñó: dar a conocer la misericordia del Padre que nos guía y la acción del Espíritu Santo que nos ilumina.

Nuestro trabajo pastoral se realiza desde la dirección espiritual del Padre Jair, quien cuenta con el apoyo del Equipo Parroquial de Animación Pastoral (EPAP) y divide su trabajo entre la Parroquia y nuestra Célula, Corazón Misericordioso de Jesús. Además, contamos con el apoyo de algunos grupos y movimientos parroquiales que conforman el equipo de servidores de la parroquia: Proclamadores, Ministerio Fusión SJBDS (Nueva Alianza - Vencedores en Cristo - Santa Cecilia), Ministros Extraordinarios de la Comunión, Grupo de Catequistas, las Comunidades Neocatecumenales, Renovación Carismática Católica, Equipo Misionero Lasallista (EQUIMIL), Comunidades Marianas (Legión de María, Asociación de María Auxiliadora, Virgen del Carmen), Grupo de hombres Soldados de Cristo, Pastoral Familiar, Pastoral de la Salud, Obras Misionales Pontificias (Infancia y Juventud Misionera) y Grupo Juvenil Yahvé Jireh.

El reconocimiento a nivel arquidiocesano se ha dado gracias al trabajo pastoral realizado a lo largo de más de 35 años, en los cuales hemos reafirmado nuestro compromiso: formar familias santas, bendecidas y llenas de Dios. Damos gracias al Señor por las bendiciones recibidas, porque ellas nos permiten confiar en el trabajo realizado en pro de llevar almas a los pies de Jesús, a través del carisma de nuestro patrono San Juan Bautista De La Salle.

Bendiciones desde nuestra parroquia a través de Minutos de Amor a cada uno de ustedes, queridos lectores. Dios los bendiga y la Virgen María los acompañe en este Nuevo Año 2019.

lunes, 17 de diciembre de 2018

SAN JUAN BOSCO

(*1815/+1888) Patrono de la juventud

Presbítero y Fundador de los Salesianos. Nació en Becchi (Italia) en 1815. Siendo niño tuvo un sueño profético que él mismo narró: “me encontraba en un campo rodeado de muchos chiquillos que maldecían, decían groserías y se pegaban. Yo me lancé a puñetazos contra ellos, pero los muchachos se convirtieron en lobos, leones y osos; algo terrible. Entonces se me acercó un personaje y me dijo: No pequeño, con la violencia no conseguirás nada, con dulzura, solo con dulzura. Luego apareció una hermosísima señora y me dijo: llévalos a pastar, lo entenderás más tarde”. Este fue el inicio de su gran obra en favor de los jóvenes; desde que fue ordenado Diácono, comenzó a reunir a los jóvenes obreros y niños abandonados de Turín cada domingo para instruirles en el amor a Dios. Construyó para ellos un asilo y una Iglesia, dedicada a San Francisco de Sales. Luego, al ser ordenado sacerdote en Turín en 1841, continuó su actividad pastoral de la mano de su director espiritual, San José Cafasso. San Juan Bosco realizó su vida ministerial en la educación de los jóvenes pobres y obreros en colegios y talleres de formación profesional. Para el desarrollo de dicha actividad pastoral, fundó la Sociedad de San Francisco de Sales y, con la ayuda de Santa María Dominica Mazzarello, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Su amor por la formación de los jóvenes nos deja frases célebres como estas: “Me basta que sean jóvenes para que los ame; aquí entre ustedes me encuentro bien, mi vida es estar con ustedes”. Murió en 1888 en Turín (Italia). El Papa Pío XI lo canonizó en 1934.

Oración Colecta: Señor, Tú que has suscitado en San Juan Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente que nos impulse a entregamos al bien de los hermanos y a servirte a Ti en ellos con fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

domingo, 16 de diciembre de 2018

SAN DAVID GALVÁN BERMÚDEZ

(*1881/+1915) 

Presbítero y Mártir que nació en Guadalajara (México) en 1881. En 1895 ingresó al Seminario Mayor y recibió la ordenación sacerdotal en 1909 para dedicarse a defender la santidad del matrimonio. Una de las defensas que hizo de este sacramento fue la ayuda que dio a una jovencita que la familia quería obligar a casarse con un militar de nombre Enrique Vera; él ya había contraído nupcias matrimoniales con otra mujer y el Padre David, al defender a esta jovencita, contrajo problemas con el militar. Durante la revolución carrancista fue apresado por ser sacerdote y conducido a Guadalajara; finalmente, se le puso en libertad. En 1915, hubo en el centro de Guadalajara un enfrentamiento entre villistas y carrancistas, y en las calles quedaron tirados gran cantidad de heridos y muertos. Al enterarse el Padre David, buscó al Padre Ariza, un sacerdote amigo, para que le ayudara a auxiliar a los caídos. En el camino, un grupo de militares los prendieron y los llevaron ante el Teniente Coronel Enrique Vera, quien ordenó que los fusilaran. Un oportuno indulto impidió la muerte del Padre Ariza, pero no alcanzó para el Padre David. En el fusilamiento no quiso que le vendaran los ojos. Sus últimas palabras fueron para sus verdugos fueron: “Les perdono lo que ahora van a hacer conmigo". En junio de 1922, los restos de San David Galván fueron depositados en un templo en construcción próximo al lugar del martirio, la actual Parroquia de Nuestra Señora del Rosario. Fue canonizado en el 2000 por el Papa San Juan Pablo II.

sábado, 15 de diciembre de 2018

LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

Su nombre judío era Saulo, pero como también era ciudadano romano llevaba el nombre latino de “Paulo" (Pablo). Nació aproximadamente en el año 8 en Tarso de Cilicia (Turquía), provincia romana. El trabajo manual que aprendió fue heredado por su padre y consistía en el oficio de fabricar tiendas. Se trasladó a Jerusalén para ser educado a los pies del rabino Gamaliel el viejo, según las normas más estrictas del fariseísmo, por lo que adquirió un gran celo por la Ley de Moisés. Estos sentimientos le hicieron pensar que el nuevo movimiento iniciado por Jesús de Nazaret constituía un peligro para la identidad judía, lo que lo condujo a perseguir encarnizadamente a la Iglesia de Dios. Este es el contexto donde se sitúa el acontecimiento de Damasco, la conversión de Saulo, quien dejará de perseguir a los cristianos para convertirse en el apóstol de los gentiles. Precisamente, llevaba cartas de recomendación de los judíos de Jerusalén para las autoridades de Damasco en las que informaba que quería poner entre rejas a los cristianos que encontrara. El libro de Los Hechos de los Apóstoles narra el encuentro que tuvo Saulo con Cristo Resucitado quien se presentó como una luz espléndida y transformó su pensamiento y su vida. El esplendor del Señor Resucitado lo dejó ciego; así, se presenta también exteriormente lo que era su realidad interior, su ceguera respecto de la verdad que es Cristo. Después de este encuentro definitivo, la vida de Pablo cambió por completo: se convirtió en un misionero incansable y mártir por el Evangelio. 

Esta Fiesta de su conversión apareció en el siglo VI. 

viernes, 14 de diciembre de 2018

SAN FRANCISCO DE SALES

(*1567/+1622) 

Patrono de los periodistas y de la prensa católica 

Obispo y Doctor de la Iglesia. Nació en Saboya (Francia), en el castillo de su familia en 1567. Se distinguió por seguirel estilo de vida de San Francisco de Asís en la pobreza y el servicio. Estudió en Paris y en Padua; fue ordenado sacerdote en 1593 y recibió la consagración episcopal en Ginebra en 1602, período en el que la ciudad era baluarte del calvinismo. Apóstol, predicador, escritor, hombre de acción y de oración, estuvo empeñado en el diálogo con los protestantes, en el que fue más allá del debate teológico, estableciendo relaciones en la caridad. Junto a Santa Juana Francisca de Chantal, fundó la Orden de la Visitación, que se caracterizó por una consagración total a Dios vivida en la sencillez y la humildad. En su obra Introducción a la Vida Devota, invitaba a ser totalmente de Dios, viviendo en plenitud la presencia en el mundo y las tareas del propio estado. De este modo, nació la llamada a los laicos por la consagración de las cosas temporales y por la santificación de la vida cotidiana. Murió en 1622 en Lyon (Francia), pero su cuerpo fue trasladado en Annecy. El papa Alejandro VII lo canonizó en 1665 y el papa Pío IX lo declaró Doctor de la Iglesia. 

Oración Colecta: Señor, Dios nuestro, Tú que has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.

jueves, 13 de diciembre de 2018

SAN ILDEFONSO

(*607/+667) 

Obispo y Doctor de la Iglesia. Nació en el año 607 en Toledo (España). Desde niño se inclinó por consagrarse a Dios y, como su familia no quería que fuera religioso, huyó de la casa paterna para ingresar al monasterio de los santos Cosme y Damián, cerca de Toledo, donde vivió el estilo de vida que tanto anhelaba. En el año 657, tras la muerte del arzobispo de Toledo, san Ildefonso fue llamado a ocupar esta sede para pastorear a los fieles según el corazón de Jesús. La noche del 18 de diciembre del año 665, San Ildefonso y sus clérigos fueron a la iglesia para cantar himnos en honor a la Virgen María y encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante que sintieron temor. Todos huyeron, excepto 

Ildefonso y dos de sus diáconos; ellos entraron y se acercaron al altar, allí se encontraba la Virgen María, sentada en la sede del obispo y rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. Santa María le hizo una seña con la cabeza para que se acercara y le dijo: “Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla que mi Hijo te envía de su tesorería”. Dicho esto, la Virgen misma lo invistió y le dio las instrucciones de usarla solajnente en los días festivos designados en su honor. Esta aparición y la casulla fueron pruebas suficientes para que el concilio de Toledo consagrara un día de fiesta para perpetuar la memoria de la Santísima Virgen. San Ildefonso decía al orar: “Concédeme, Señora, estar siempre unido a Dios y a Ti; servirte a Ti y a tu Hijo; ser el esclavo del Señor y el tuyo. Suyo, porque es mi Creador; tuyo, porque eres la Madre de mi Creador”. Murió en Toledo en el año 667. 

Oración Colecta: Concédenos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo Nombre, porque jamás dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

BEATO MARCELO SPÍNOLA Y MAESTRE

(*1835/+1906)

Obispo. Nació en 1835 en la isla San Fernando (España). En 1856 obtuvo la licenciatura en derecho por la Universidad de Sevilla. Promovía banquetes al servicio de los pobres en Huelva (España), donde también ejercía como abogado. Sirvió con generosidad a los humildes de estas tierras hasta cuando pasó a Sanlúcar de Barrameda, por destino de su padre, comandante de Marina. En 1858 ingresó en el seminario de Sevilla y fue ordenado sacerdote el 21 de mayo de 1864. Durante sus primeros años de sacerdocio trabajó como capellán de la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda. El Papa San Juan Pablo II dijo de este valiente hombre: “destaco, ante todo, su confianza en el Señor, que fue el íema de su episcopado: Todo lo puedo en Él. Apoyado en esta confianza, logró brillar en aquellas virtudes que constituyen la gloria y corona de un Obispo: la heroicidad en el cumplimiento sacrificado de sus deberes. La preocupación por la formación de los más humildes lo llevó a fundar la Congregación de ‘Esclavas del Divino Corazón’ para el apostolado de la educación de la juventud; todo ello alimentado por un amor encendido a Jesucristo y revestido de una profunda humildad personal”. El beato Marcelo fue nombrado obispo por el papa León XIII para la Diócesis de Coria, Cáceres, en el Consistorio de 1884, cargo que el beato ocupó entre 1885 y 1886; luego sirvió en la Diócesis de Málaga y el arzobispado de Sevilla. Fue nombrado cardenal por el Papa Pío X. Murió en 1906 en Sevilla y fue beatificado por San Juan Pablo II en 1987.

martes, 11 de diciembre de 2018

EL TIEMPO ORDINARIO

Presencia del Señor en el camino de la Iglesia

“Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Al ver tanta gente, sintió compasión de ellos, porque estaban vejados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor".

Los tiempos de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua tienen características particulares y lecturas propias según su intención, pero el tiempo Ordinario es distinto: las lecturas son discontinuas y sin aparente unidad temática, pero todo se dirige a un mismo fin: la meditación de las palabras y milagros del Señor Jesús; es decir, todo lo que hizo durante su paso por este mundo y que le valió para ganarse la crucifixión. No se puede entender la Cruz del Señor sin prestar atención a lo que Él hizo y predicó, pues durante este tiempo encontramos sus curaciones en sábado, su cuestionamiento a las autoridades judías, su predicación y apostolado fuera de lo común, entre otros. El Tiempo Ordinario nos presenta el misterio del Señor, tal y como lo narran los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. En este año en el que nos encontramos, ciclo B, la liturgia nos invita a contemplar la vida y ministerio de Jesús desde el testimonio de san Marcos. Este Evangelio posee algunas particularidades: al principio de su ministerio, Jesús es acogido con gran entusiasmo, pero la oposición no tarda en llegar, incluso sus mismos discípulos no entienden por qué tienen puesta su esperanza en el Mesías terrenal. Todo esto cambia cuando Jesús anuncia la inminencia de su Pasión y san Pedro rechaza esa situación. Aun así los malos entendidos continúan: Jesús predica o realiza un milagro y genera polémica, confunde o escandaliza, pues ponía a prueba las expectativas de sus oyentes. Durante el tiempo Ordinario del ciclo B también escucharemos los relatos de la multiplicación de los panes y los peces de san Juan, con el sucesivo discurso sobre el pan de vida y, por extensión, de la Sagrada Eucaristía.

Durante el Tiempo Ordinario que iniciamos, el día más importante es el domingo, porque en él celebramos el misterio pascual del Señor y tiene por finalidad reafirmar nuestra respuesta de fe día a día. El Dios que recibimos en Navidad ahora inicia su ministerio de predicación y ayuda al necesitado; es nuestra responsabilidad atender a su llamado y seguirlo con fidelidad, pues solo así comprenderemos por qué murió y por qué resucitó. Esta primera parte del Tiempo Ordinario se extenderá hasta el martes 13 de febrero, ya que al día siguiente daremos inicio al Tiempo de Cuaresma con la celebración del Miércoles de Ceniza. 

Durante el Tiempo Ordinario celebramos el Kairós, el tiempo de la salvación prolongada. Para los cristianos toda la vida es una celebración continua, pues todo el tiempo es del Señor. Por esto, desde la antigüedad se consagran días comunes a aspectos especiales de la espiritualidad: el miércoles y el viernes como días de ayuno por la Pasión del Señor y el sábado dedicado a la Santísima Virgen María. Nuevamente, es importante recordar que el día más importante es el Domingo, inicio y culmen de la semana. La memoria de los mártires y los santos también juega un papel muy importante en este tiempo, pues demuestra que es posible llevar una vida en conformidad con la voluntad del Padre y que la gloria aguarda a quienes se mantienen perseverantes.

La liturgia enseña que el Tiempo Ordinario se compone de 33 o 34 semanas y que se divide en dos partes:

1. Comienza el día siguiente al Bautismo del Señor y se extiende hasta el martes previo al Miércoles de Ceniza y la Cuaresma.

2. Comienza el lunes siguiente al domingo de Pentecostés y termina antes de las primeras vísperas del primer domingo de Adviento, después de celebrar a nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo.

El día como presencia de Cristo

Para los cristianos, cada día -desde la mañana hasta la noche- tiene un sentido cristológico, por eso en cada hora del día se puede orar con la Liturgia de las Horas, recordando algunos momentos de la Historia de la Salvación:

• La mañana (Laudes) trae la memoria de la Resurrección.

• La hora tercia (9:00am), recuerda la venida del Espíritu Santo.

• La hora de sexta (12:00), celebra el misterio de la Ascensión.

• La hora Nona (3:00pm) recuerda la Crucifixión y la Muerte del Señor.

• La oración de la tarde, Vísperas (6:00pm), conmemora el sacrificio í vespertino de la Cruz y de la Cena, o, también, la tarde del día de

Pascua con la petición confiada de los Discípulos de Emaús: “Quédate con nosotros porque atardece y el día ya declina” (Le 24, 29).

• La noche (Completas) nos hace entrar en la espera escatológica del Señor (“Hasta que Él vuelva”), mientras confiamos al sueño nuestros cuerpos fatigados, tras haber contemplado un día más la salvación.

Estas motivaciones que ofrecen del día cristiano un sentido pascual pleno, quedan fijadas con diversos argumentos, simbolismos y evocaciones ya en la primera mitad del siglo III para toda la Iglesia. Por esto, dentro de la sobriedad de lo cotidiano, cada día es para los discípulos del Señor una Pascua cotidiana.

lunes, 10 de diciembre de 2018

El Bautismo de!? Señor y el? tiempo ordinario

Comienzo del ministerio del Señor

“Una vez bautizado Jesús, salió del agua. En esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre Él. Y una voz que salía de los cielos decía: Este es mi Hijo amado, en quien me

El Bautismo ele Jesús

Con la celebración del Bautismo del Señor, prolongación de la Epifanía (Revelación a los Sabios de Oriente), concluye el tiempo de la Navidad y se inicia el tiempo Ordinario; se pasa del tiempo dedicado a meditar el Nacimiento del Mesías al que nos enseñará qué fue lo que Él hizo, enseñó y predicó.

Juan Bautista realizaba su misión a orillas del Jordán. Cuando se acercó Jesús sucedió algo maravilloso: los cielos se abrieron y se oyó la voz del Padre, del Creador, que presentaba a su Hijo y enviaba al Espíritu Santo en forma de paloma. ¿Por qué se produce esta visión justo en el momento del Bautismo del Señor? Juan predicaba un bautismo de penitencia; Jesús lo recibe como signo de solidaridad con los pecadores, aun cuando Juan quiso impedírselo. Dijo san Pablo: “Al que no había pecado, Dios le hizo expiar por nuestros pecados” (2Co 5, 21).

La manifestación de Dios Trinidad acontece en medio de un contexto de solidaridad con los pecadores. Él nos llama (“Tú eres mi hijo amado”) para que seamos solidarios con los hermanos necesitados, pecadores y dolientes. No fuimos bautizados para darnos consuelo a nosotros mismos, sino para impregnar el mundo de la luz y el amor de nuestro Señor Jesucristo. Si obramos

Feliz Navidad y próspero año para todos los lectores de MINUTOS DE AMOR!

así, recibiremos la aprobación y compañía del Espíritu Santo: “sobre Él he puesto mi Espíritu”. Durante su vida, Jesús contó con la compañía y auxilio del Espíritu, no solo por ser el Hijo, sino por su fidelidad a la voluntad del Padre; de igual forma, nosotros somos hijos de Dios y si permanecemos atentos y vigilantes en lo que Él quiere, el Espíritu estará a nuestro lado sosteniéndonos y guiándonos.

Una de las materias esenciales para el Bautismo es el agua, signo de vida, frescura, esperanza y crecimiento, pero, después de este acontecimiento, el mismo Espíritu llevó al Señor Jesús al desierto para ser tentado por Satanás. El Bautizado no es ajeno o invulnerable a las dificultades de la vida o a la tentación por el mal, pero sí cuenta con la fuerza divina del Espíritu, es Él quien nos fortalece cuando todo parece venirse abajo y no vemos caminos de solución; fue Él quien sostuvo al Señor en el Huerto de Getsemaní y animó a los apóstoles después de la Resurrección. Agua y desierto, contraste que utiliza el Evangelio para darnos a conocer que Jesús fue fiel en los momentos de gozo y en medio las pruebas.

El Bautismo del Señor también es anuncio de su Pasión: “Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!" (Le 12, 50). El bautismo que recibió el Señor por parte de Juan no fue definitivo, sino que era una acción simbólica de su plena manifestación como el Mesías y Redentor de la humanidad en la Cruz, solidaridad máxima con los pecadores. El Bautismo de Jesús es modelo del nuestro: por él descendemos con Cristo a las aguas de la muerte, se lavan nuestros pecados y salimos a la vida verdadera, donde el Padre nos llama por nuestro nombre como “hijo amado”.

viernes, 7 de diciembre de 2018

LA EPIFANIA DEL SEÑOR

La salvación de Dios llega para toda la humanidad

Durante los días previos a la Navidad, compartimos con nuestros lectores algunas de las profecías que se cumplieron en nuestro Señor Jesucristo; una de ellas fue “La profecía de la estrella”. El libro de los Números (24, 17), dice: “Lo veo, aunque no para ahora; lo diviso, pero no de cerca: de Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel”. Las estrellas son uno de los más antiguos instrumentos de navegación; ellas llevaban a puerto seguro a los navegantes en el océano y servían de guía en el desierto, donde la oscuridad y soledad son casi absolutas. Esta profecía se cumple en el pasaje de la manifestación a los Sabios de Oriente: ellos vieron una estrella poco común y la siguieron hasta el pesebre en Belén.

La belleza de la estrella navideña está en lo que revela: un humilde Niño nacido en un pesebre a quienes estos Sabios reconocen como el Rey de los judíos. ¿Cuántas estrellas encontramos en nuestro camino que nos hablan del amor de Dios? ¿Cuántas otras quieren llevarnos por caminos poco seguros? El Rey de los judíos no se hizo presente en el destello del palacio, sino que llegó al mundo en medio de la mayor humildad posible: un pesebre en Belén, una ciudad pequeña y poco importante de la época. Los Sabios de Oriente llevaban sobre su espalda el peso de un largo viaje, pero no se desanimaron al no encontrar lo que buscaban con Herodes, sino que continuaron su camino hasta llegar al lugar menos imaginado. La sensibilidad del corazón de los Sabios fue tan grande que, aun cuando no conocían a Yahvé porque eran paganos (de otra cultura, raza y religión), vieron en aquel recién nacido su meta, el cumplimiento de sus esperanzas.

La Epifanía es la fiesta de la apertura del misterio de la salvación, pues los hombres que llegan al hogar de la Sagrada Familia no son judíos, sino “Sabios provenientes de Oriente”, de tierras lejanas: son paganos, tienen culturas, creencias y formas de comprender el mundo diferentes a las de los judíos. Toda cultura dirige y revela algo del Señor, por esto los Sabios no se quedaron con Jesús, sino que volvieron a su mundo, sabiendo que la salvación había llegado para todos. Así lo cantaron los ángeles sobre el portal de Belén: “Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad”. Con Jesús, el amor de Dios y su plan de salvación dejan de ser exclusivos de un pueblo, de una élite, y se convierten en un regalo para toda la humanidad.


LOS DONES OFRECIDOS AL SEÑOR

Al estar en presencia del Niño, los Sabios se postran ante Él y lo adoran, gesto de reverencia dirigido a Dios y al rey. Los dones que estos hombres entregan al Señor son simbólicos: el oro y el incienso son mencionados por el. profeta Isaías (60, 6) como aquellas ofrendas que los pueblos del mundo tributarán al Dios de Israel. La mirra aparece en el Evangelio de San Juan, cuando Nicodemo se dirigía a embalsamar el cuerpo del Señor. “La Iglesia ha visto representados en estos tres dones tres aspectos del misterio de Cristo: el oro haría referencia a la realeza de Jesús, el incienso al Hijo de Dios y la mirra al misterio de su Pasión”.

1. Oro: Es un metal precioso blando de color amarillo. Su símbolo químico es Au, que proviene del latín aurum, que significa “brillante amanecer". En la Sagrada Escritura es mencionado como parte de la belleza y riqueza de la Creación: “Y el oro de aquella tierra es fino” (Gn 2, 11-12). En la Biblia se utiliza la imagen del oro para designar la realeza, pero también para manifestar que la sabiduría divina es mayor que cualquier tesoro humano. El libro de los Proverbios, por ejemplo, presenta a la sabiduría como una riqueza preferible al oro y la plata (3,13-14; 16, 16). La belleza del oro también fue utilizada por san Pedro para referirse a cómo debe ser la respuesta del creyente al Señor: pura, acrisolada. Así como el oro se acrisola y purifica con el fuego, la fe se purifica con las pruebas (1 Pe 1, 7). El oro en la epifanía se refiere a la realeza del Señor y a su gran tesoro que es el cumplir la voluntad del Padre.

2. Incienso El libro del Éxodo contiene el mandato de ofrecer incienso al Señor como ofrenda en el culto sagrado (Ex 25, 4-6); por esto, el que los Sabios hubieran ofrendado incienso trae consigo el significado de la solemnidad del culto, donde Dios se encuentra con el hombre y le da a conocer su voluntad. El incienso tiene un aroma dulce y agradable, y se utilizaba como medio de preparación para las celebraciones litúrgicas judías, como por ejemplo el día de la expiación que nos relata el libro del Levítico: pongan incienso sobre el fuego de Yahvé y la nube de perfume cubrirá todo el lugar (Lv 16, 12-13). El incienso en la Epifanía hace referencia a la devoción y gloria que se debe rendir a Jesús, Dios encarnado.

3. Mirra Era la sustancia utilizada para embalsamar a los cadáveres con el fin de conservarlos y despedirlos con dignidad. Era parte de las esencias que se utilizaban para ungir a los sacerdotes en Israel (Ex 30, 23-25) y para purificar a las mujeres. La mirra hace referencia a Jesús como verdadero hombre, Aquel que padeció y murió en la cruz por nuestra redención. Hermanos, la mirra en la Epifanía es profecía no de sufrimiento y agonía, sino de esperanza de salvación por el amor de Dios clavado en el madero (Jn 19, 39-40). Por lo exigente de su extracción en la antigüedad, era considerado un regalo digno para alguna persona muy importante.

Los Magos, advertidos en sueños, no volvieron a donde Herodes para comunicarle que habían encontrado al Mesías, sino que regresaron a su país por otro camino (Mt 2, 12); ante esto, Herodes se enoja y toma la decisión de acabar con la vida de todos los niños de Belén que sean menores de dos años. San José, advertido por un ángel, logra salir a tiempo para poner a salvo a su familia en Egipto.

Hermanos, la celebración de la Epifanía del Señor marca el final del tiempo de Navidad y deja la puerta abierta para el tiempo Ordinario; no permitamos que se apague la llama de la fe que se mantuvo encendida durante Adviento y Navidad. Ahora comienza lo realmente exigente: la respuesta diaria al Señor y el ofrecimiento de los dones de nuestra fe, trabajo y corazón.

jueves, 6 de diciembre de 2018

ORDEN HOSPITALARIA DE SAN JUAN DE DIOS PROVINCIA COLOMBIANA DE NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios es una comunidad religiosa de hermanos consagrados al servicio de los más necesitados, bendecida por el carisma de la hospitalidad a ejemplo del buen samaritano del Evangelio. Los hermanos de San Juan de Dios hacen presencia en Colombia desde 1596, ya 422 años, y están presentes en 54 países de los cinco continentes con más de 400 centros de servicios asistenciales. La gran familia hospitalaria de San Juan de Dios está conformada por 1100 religiosos, cerca de 60.000 colaboradores, 18.000 voluntarios y miles de benefactores a nivel mundial, y su misión es, en palabras del papa Francisco, “cuidar la fragilidad del mundo”.

Esta predilección por las personas más vulnerables, sea a causa de su enfermedad o por su limitación de recursos, lleva a la institución a la puesta en marcha de programas internacionales de acción social y de salud. En la actualidad, la Orden Hospitalaria está considerada como una de las mayores organizaciones internacionales de cooperación sin ánimo de lucro que desde el valor de la Hospitalidad impulsa el desarrollo y el bienestar de la sociedad.

En Colombia, la Orden lleva más de 70 años promoviendo instituciones de salud mental y general como la Clínica Psiquiátrica San Juan de Dios (Manizales),

Clínica de Nuestra Señora de la Paz (Bogotá), Hospital San Rafael (Pasto) y la Clínica San Juan de Dios (La Ceja, Antioquia). En estas instituciones se han atendido a cientos de miles de personas, principalmente en el área de salud mental, brindado un servicio integral desde la atención en urgencias, hospitalización, rehabilitación, acompañamiento terapéutico y oferta en programas especializados como manejo de inimputables y farmacodependientes. Junto con las obras de salud mental, la Orden impulsa dos centros de formación a jóvenes, entre los que se encuentran dos Escuelas para Auxiliares de Enfermería y el Instituto San Juan de Dios, que está ubicado en Bogotá; así como una Central de Compras, encargada de adquirir conjuntamente insumos hospitalarios para las clínicas.

La Hospitalidad de los Hermanos de San Juan de Dios se ha extendido también a otros escenarios: el Centro San Benito Menni, el cual es una de las apuestas de la comunidad religiosa, inaugurado en el año 2010 a través de la cooperación y colaboración, brinda atención prioritaria a las familias en condición de vulnerabilidad y pobreza extrema residentes en la Comuna IV, Ciudadela Sucre (Soacha), a través de la implementadón de proyectos y programas sociales como el comedor comunitario, donde de lunes a viernes 60 niños en edad escolar y 40 adultos mayores reciben un almuerzo sano y de calidad. La Orden también promueve servicios de acompañamiento integral para el adulto mayor en la Casa Hogar Quinta San Rafael (Fusagasugá), disponiendo servicios de alojamiento y cuidados básicos.

Agradecemos a la familia Minutos de Amor por concedernos este espacio de diálogo pastoral. Nos encomendamos a sus oraciones y les pedimos que ofrezcan súplicas a nuestro Señor por tantos hermanos necesitados que sufren y que buscan consuelo en alguna de nuestras casas. Dios los bendiga.

Alexander Estrada Guarnizo

Coordinador de Pastoral Vocacional y Juvenil

miércoles, 5 de diciembre de 2018

NOVENA DE NAVIDAD

Dulce Jesús mío, mi Niño adorado, ven a nuestras almas; ven, no tardes tanto

Gracias, Señor, por esta Navidad. Creemos que te hiciste Niño para redimirnos y mostrarnos el amor de Dios Padre. Hoy, como aquellos pastores de Belén, nos anuncias la gran noticia: “Hoy ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor”; ilumina nuestra oración para saber contemplar este maravilloso misterio de amor. Amén.

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciera en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús, recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén. (Se reza tres veces el Gloria).

Dia primero

“En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios” (Jn 1,1).

Consideración. Iniciamos un recorrido maravilloso. Estos días, junto al pesebre, oraremos a la luz de los grandes momentos que vivieron Jesús, la Virgen María y San José. Desde el principio, Dios quiso enviarnos si Palabra de Amor y Ella acampó en medio de nosotros. Reflexionemos se la importancia de la “Palabra". El lenguaje de Dios siempre es amoro si aunque algunas veces corrija, lo hace con bondad. Miremos por unos minutos el pesebre: probablemente María y San José recordaron muchas palabras profecías que se decían sobre Jesús. Estaban empezando a ver que habió un camino por recorrer y que no se encontraban solos: confiaban en Dios y er su Presencia. María recibe palabras de felicitación por parte del Arcángel San Gabriel y de su prima Santa Isabel, pero también recibe palabras duras del anciano Simeón. Dios desea que encarnemos su Palabra amorosa; desde hoy, comencemos a mejorar nuestras expresiones y actitudes. Para corregir no hay que insultar, ofender o humillar; sin embargo, amar no nos exime de decir la verdad, porque así podemos ver las consecuencias de nuestros actos. ¿A cuántas personas hemos ofendido con nuestras expresiones hirientes o malos comentarios? Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

Oración a la Santísima Virgen Maria

Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por Madre suya, te suplico que Tú misma prepares mi alma y la de todos los que en este tiempo hacen esta novena para el Nacimiento espiritual de tu adorado Hijo. ¡Oh dulcísima Madre!, comunícame algo del profundo recogimiento y divina ternura con que Tú le aguardaste, para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén. (Tres veces el Avemaria y el Gloria). 


Oración a, San José

¡Oh Santísimo José!, esposo de María y padre adoptivo de Jesús, infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego, por el amor que tuviste al Divino Niño, me abraces en, fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia lo vea y le goce en el Cielo. Amén. (Padrenuestro, Avemaria y Gloria).


GOZOS PARA LA LLEGADA DEL NIÑO DIOS 

Dulce Jesús mío mi Niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

Ven a, muestras almas Ven no tardes tanto

¡Oh sapiencia suma del Dios Soberano que al nivel de un niño te hayas rebajado! ¡Oh divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Oh, Adonai potente, que a Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Oh, ven prontamente para rescatarnos y que un niño débil • muestre fuerte brazo!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Oh, Raíz sagrada de Jesé que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado lirio de los valles bella flor del campo!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Llave de David, que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño, con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Oh, lumbre de Oriente, Sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! ¡Niño tan preciado, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Espejo sin mancha, Santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro,1 de Israel anhelo, Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto, Bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven, hermoso niño! ¡Ven, Dios humanado! ¡Luce, hermosa estrella, brota flor del campo!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Ven, que ya María previene sus brazos de su Niño vean, en tiempo cercano! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! 


Vida de mi vida, mi Dueño adorado, mi constante Amigo, mi divino Hermano!

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

ve ante mis ojos, de ti enamora, bese ya tus plantas, bese ya tus manos.

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

postrado en tierra te tiendo los brazos, y aun ma sque mis frases, te dice mi llanto.

Ven a nuestras almas Ven no tardes tanto

¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos!

¡Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!


Oración al niño Jesús

Acuérdate, ¡Oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento y en persona suya a todos tus devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad A agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza en Ti, ¡Oh Jesús!, que eres la Verdad misma, venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos ¡ a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos, por los méritos infinitos de tu Encarnación y de tu Infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos Ti, ¡Oh Niño Omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.


DIA SEGUNDO

“El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios” (Le 1, 30).

Cmsídevatiéti. En este segundo día, nuestra mirada se dirige a la Santísima Virgen María. Ella entendió que ante Dios solamente cuenta la humildad y la obediencia; lo demás Él lo hace. María es acogida por Dios y por eso recibe su Espíritu Santo; Él será la mayor fuerza en su caminar y Ella estará siempre bajo su sombra y amparo. Hoy podemos preguntarnos si tenemos esta misma fe: ¿Creemos en la acción del Espíritu Santo? ¿Nos dejamos guiar por su Fuerza? ¿Aceptamos sus Dones? En estos días de preparación a la Natividad, miremos aquellos momentos en que nuestras fuerzas han fallado y no hemos confiado en el Espíritu Santo. Por un instante pensemos en los Dones que poseemos, si los hemos puesto a funcionar o hemos dejado actuar a la debilidad. Jesús, la Virgen María y San José no se dejaron ganar de las fuerzas humanas, sino que confiaron plenamente en Dios y por eso salieron adelante. La mayoría de los textos evangélicos nos presentan a la Virgen María y a Jesús solos (San José no aparece); luego Ella se queda sola cuando Jesús empieza su misión. Qué interesante pensar en las personas que están solas y quizás sufren; Navidad es el momento oportuno de cubrir muchas soledades. En algunos países este tiempo es frío y así hay muchas personas: frías por el abandono humano. ¿Cuántas personas pasarán solas la Navidad? ¿Para cuántos, diciembre es un mes igual a los demás porque no han sentido que Jesús nació en ellos? Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

DIA TERCERO
“Y la Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros; y hemos contemplado su gloria” (Jn 1,14).

Consideraciones. El primer día de la Novena abordábamos el tema de la Palabra que acampa entre nosotros; hoy sigue la segunda parte: “y contemplamos Su gloria”. Muchas veces podemos ver la Gloria de Dios como^^fc algo más allá de las nubes, por decirlo de alguna manera; la Gloria de Dios1p|pi está tan cerca como su misma Presencia. Dios no nos pide contemplarlo más arriba de las nubes cuando no somos capaces de tener una mirada de fe rdadera. Contemplar la Gloria de Dios es mirar hacia arriba para entender ’ de aquí abajo; es confiar siempre en Él y no desfallecer en su búsqueda. 

ando nuestra mirada está puesta en las cosas de Dios lo de aquí se vive e forma diferente. La Palabra está en medio de nosotros: una Palabra que viene glorificada y por eso la debemos contemplar en las realidades de este mundo. Para esto necesitamos ser personas de oración profunda y sincera; solamente quien ora es capaz de ver la Gloria de Dios en la realidad humana, terrena y presente; el que ora no se aísla de los demás y palpa el sufrimiento del otro, le interpela y es capaz de extender la mano y ser misericordioso. ¿Cuántos pecados de omisión hemos cometido desde esta perspectiva? ¿Viendo la Gloria de Dios que nos muestra las miserias humanas, hemos hecho algo para dar respuesta a esas situaciones? También, ¿nos hemos excusado para no ayudar a los demás? Decimos: no damos limosna porque la gastan en droga, no donamos ropa porque la venden, no entregamos mercados porque los cambian por “vicio”, y así sucesivamente. ¿Qué tal que Dios hubiera dicho: “no los voy a salvar porque seguirán pecando”? ¿“Para qué voy a enviar a mi Hijo si seguirán en las mismas y hasta peor”? Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

DIA CUARTO

“Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.

Y el ángel la dejó y se fue” (Le 1, 37-38).

Consideraciones: La Santísima Virgen María nos da un ejemplo preciso de cómo se cumple la voluntad de Dios. Lo primero que Ella hizo fue creer que por medio del Arcángel San Gabriel Dios le hablaba; él es un medio o instrumento que Dios ha empleado para pedirle formalmente a María el cumplir con la misión de ser la Madre de Jesús. También, María se ubica ante la Presencia de Dios en actitud de completa disponibilidad y no hace reparos a la voluntad Divina. “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Luego, en el transcurrir de la vida, María permaneció fiel al cumplimiento de la Voluntad de Dios; no podía hacer otra cosa diferente. Los momentos más difíciles de la vida eran necesarios para que recordara su respuesta a Dios y durante estos nunca se sintió abandonada por Él. En este cuarto día de la 'ovena, pongamos en las manos de Dios todo aquello que puede tenernos en un estado de tristeza, sufrimiento, crisis o depresión. Como la Santísima Virgen María, digamos: “Aquí eetoy, Señor, para hacer tu Voluntad”. Debemo aprender a abandonarnos en Él. Los problemas no pueden ser más grand que la fe, pues ellos están por debajo del amor de Dios. Cada momento dificultad es una oportunidad para afianzarnos en el Amor de Dios “que to lo puede". Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

DIA QUINTO

“Alaba mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador” (Le 1, 46-47).

Consideraciones: Nos estamos preparando para el tiempo de Navidad; tiempo que podemos asociar a palabras como alegría, gozo, felicidad, fiesta y júbilo. Navidad es una época donde se comparte más; donde la familia y los amigos pueden estar unidos. María, la Madre de Jesús, ha saltado de gozo al ser elegida para tan excelsa misión; este fue el motivo por el que Ella proclamó el cántico del Magníficat. María nos enseña a alegrarnos por las cosas de Dios, pues siempre nos traerán algo bueno. Dios mira la pequeñez de la persona y desde ahí hace obras maravillosas. Él no ha mirado la gran ciudad: Jerusalén, sino que su mirada se ha ido a un pequeño lugar y desde ahí ha buscado a la mujer más humilde y sencilla. Hagamos un acto de humildad: miremos el pesebre por un momento y dejemos allí nuestro orgullo, soberbia, vanidad y prepotencia; no tengamos miedo de desprendernos de lo que es mal visto por Dios. Volvamos a la realidad de nuestra vida pensando en dar un paso hacia adelante y que lo que hemos dejado aquí en el pesebre ya no debe volver a nuestra vida. Dentro de pocos días estaremos celebrando el nacimiento espiritual de Jesús y hoy debemos nacer de nuevo, “porque en Ti vivimos, nos vemos y existimos”. Como la Virgen María, seamos personas humildes y así veremos cómo Dios nos otorga maravillas incalculables. Ante los ojos del Señor no podemos ser “despreciables”; hagamos que nuestras obras siempre le agraden. Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

DIA SEXTO

“Por aquel entonces se publicó un edicto de César Augusto, por el que se ordenaba que se empadronara todo el mundo” (Le 2, 1 ¡

Consideraciones. Dios siempre nos ha ofrecido una historia de amor y en encontramos su mano misericordiosa. Pensemos en estos días en los difíciles por los que pasaron Jesús, la Virgen María y San José;
ellos cumplían con todas las obligaciones que tenían como ciudadanos, por emplo con el empadronamiento. Esto nos lleva a meditar en lo importante e es la justicia: el pueblo cumple, pero también todo gobierno debe cumplirle a su país favoreciendo a sus ciudadanos con oportunidades laborales, académicas y de salud. Vemos a diario noticias en el mundo en las que reina la injusticia: se decretan leyes pasando por encima de la justicia y se juega con la honra de las personas; también podemos ver personas que en vez de gobernar son corruptas y se aprovechan de los más débiles, el descomunal abismo de los salarios, la discriminación de la mujer en el trabajo, y la lista continúa. A Jesús se le niega un lugar para nacer; son varias las causas, pero al que nos ha dado “este mundo inmenso y maravilloso” una vez hecho hombre se le niega posada en su propia casa. Señor, muchas personas son explotadas y buscan una mano justa, pero algunas veces no la encuentran. Hoy te pedimos por todas ellas y también por cada uno de los aquí presentes. Necesitamos ser luz de Cristo en medio de las oscuridades del mundo. Demos el primer paso y oremos por quienes sufren injusticias y por quienes las generan, para que se conviertan. Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.

DIA SEPTIMO

“José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo” (Mt 1, 20).

Consideraciones;. En este día meditemos sobre la misión de San José, al hombre que con razón se le puede llamar “justo”. Él cumplió la misión de ser padre de Jesús, protector y apoyo para la Virgen María en los momentos difíciles. San José pudo dejarlo todo y abandonar el hogar; también pudo * reprochar muchas cosas a la Virgen María, pero no lo hizo, sino que fue el “varón justo y humilde”. Él nos enseña a ser obedientes a Dios y a no escuchar con los oídos, sino con la fe. En Navidad seguramente tendremos la oportunidad de ayudar a muchas personas y de encontrarnos con familiares y amigos, pero lo más importante es que hagamos el propósito de ser como "an José y, ante todo, aprender a acoger sin ningún tipo de prejuicios. Él se enamoró de una mujer pobre y acogió a su hijo, lo adoptó. ¿Cuántas veces ese hombre justo, mirando a Jesús y a la Virgen María, le preguntaría a Dios ^ qué debería hacer en esos momentos? Como San José, no tengamos miedo de abrir las puertas a quien necesita del amor de Dios: a aquellos hermanos que han recibido desprecio, humillación, despojo e injusticia. En un momento de silencio preguntémosle a Dios: ¿qué debemos hacer en la situación q estamos viviendo? San José aceptó la respuesta de Dios y siguió adelante el camino no se quedó corto y los obstáculos fueron vencidos. Seguramente, al pasar a la Casa del Padre se ha ido con su conciencia tranquila porque “hizo la Voluntad de Dios”. Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje^

DIA OCTAVO

“Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su Hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue” (Lc 2, 6-7).

Consideraciones. Estamos ante un panorama muy desolador: no había sitio dónde albergar al Hijo de Dios. El mismo Señor, que decide por puro amor venir a este mundo que Él mismo ha creado, se encuentra con el desprecio de las personas. ¿Cuántos hermanos nuestros están hoy en la calle por necesidad o porque quieren, pero no tienen una mano fraterna que los ayude? Muchas personas viven la misma situación de Jesús, San José y la Virgen María: tienen familiares pudientes y se ven solos, abandonados e incluso despreciados. Pero no vayamos muy lejos: papás y mamás que sacaron adelante a sus hijos, incluso con una carrera universitaria, pero estos se olvidaron de ellos y los dejaron en la casita sencilla, pobre, con los mismos muebles de hace 40 años o más. Con facilidad podemos olvidarnos que ante Dios no vamos a llevar lo que tenemos, sino lo que cultivamos, sea bien o mal. La Virgen María tenía lo básico para el nacimiento de Jesús: “lo envolvió en pañales”. Nosotros debemos ser esos “pañales” para envolver en amor y misericordia a tantas personas que necesitan de nuestra ayuda. Hagamos una pausa para que cada uno piense en aquellas situaciones en que no ha envuelto sino despojado a alguna persona de su dignidad. Pidamos perdón para hacer un acto de arrepentimiento e imploremos la fuerza espiritual para “albergar” en nuestro interior a quienes hoy se sienten abandonados. Tomémonos un tiempo para meditar sobre este mensaje.


DIA NOVENO

Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace” (Le 2, 14).

Consideraciones;. Con el Himno del “Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”, la Iglesia nos recuerda constantemente lo que Dios hace por nosotros. Hoy celebraremos el nacimiento espiritual de Jesús. En este día el Himno resonará en todos los templos del mundo; esta noche nos uniremos a las voces de coros celestiales para declarar con fe firme quién es el que nace en nuestras vidas. Es una noche dichosa en la que la oscuridad se desvanece y aparece la Luz Verdadera. Es la noche feliz y gozosa en que Dios toca este mundo, nuestra vida e historia. Es la noche en que Dios entra para hacerse parte de nuestra existencia y comienza a caminar paso a paso con cada uno de nosotros. En nuestros pesebres estará la imagen del Niño Jesús, pero la invitación es para que cada uno de nosotros ocupe ese lugar en la vida real. Él vino para hacer que desaparezca el odio, la violencia, la guerra y el desamor, para quedarse en cada una de nuestras luchas y también para celebrar nuestras alegrías. ¡Este es el lugar que debemos ocupar! Nosotros somos la prolongación de lo que Dios, en Jesús, vino a inaugurar: su Reino. Hermanos, que esta Navidad que comienza no se quede en celebraciones familiares, sociales o culturales si bien las hacemos, no pueden opacar la principal Fiesta: el amor de Dios que sobrepasa todo límite humano. Ante el pesebre, con la imagen de Jesús que hoy se coloca, hagamos un firme propósito para empezar a vivir mejor este tiempo de Navidad. Virgen María, no queremos terminar esta Novena sin encomendarnos a tu amor maternal, pues quién mejor que Tú, Madre Santísima, para ayudarnos en nuestro caminar. Por la alegría que sentiste al ser la Madre del Hijo de Dios, concédenos la fuerza necesaria para ser portadores de la Luz que Tú llevaste en el vientre y que le diste al mundo sin reservas. Amén.

martes, 4 de diciembre de 2018

LA CORONA DE ADVIENTO A LA ESPERA DEL SEÑOR

La Corona está compuesta por cuatro cirios: tres morados y uno rosado; este último simboliza el gozo por la cercanía del cumplimiento de la esperanza y se enciende el tercer domingo de Adviento. A esto se suma un cirio blanco en el centro que simboliza a Cristo, cumplimiento de toda esperanza. 

+ Nos persignamos y santiguamos. + Súplica al Espíritu Santo.

+ Acto de contrición.

Bendición de la corona de Adviento

Te damos gracias, Señor, porque siempre estás con nosotros y nos permites bendecirte cada día. Dios de misericordia, gracias por esta corona de Adviento que consagramos a tu Nombre; haz de ella el centro de nuestra oración mientras caminamos a la Navidad. Escucha, Padre bueno, nuestras súplicas y bendice (+) esta corona de Adviento y bendícenos también a nosotros con tu paz, amor y unidad. Ayúdanos a vencer las tentaciones y no nos dejes caer en el pecado que nos aparta de Ti. Permítenos preparar la Venida de tu adorado Hijo, luz del mundo, y permanecer unidos en la esperanza. Une nuestras familias, conforta nuestros corazones e ilumina el camino que debemos seguir. Amén.

Primera semana del camino

“¿Por qué desfallezco ahora y me siento tan confundido? Espero en Dios, aun lo alabaré: ¡Salvación de mi rostro, Dios mío!”(Sal. 42, 12).

Se enciende el primer cirio morado.

Lectura bíblica: Lucas 1, 26-38 (la Anunciación del Señor).

Oración: Señor, te damos gracias por la vida y por las personas que nos rodean; gracias por el sol, el aire, la luna y la naturaleza; por la ternura y el amor que desborda en los corazones de las personas generosas. Te suplicamos, amado Señor, que nos perdones porque por momentos perdemos la dirección del camino y transitamos por sendas alejadas de tu voluntad. Permítenos preparar adecuadamente nuestro corazón para el nacimiento de tu Hijo, de manera que esta luz que encendemos renueve en nosotros la esperanza y la alegría por un nuevo comienzo. Amén. + Padrenuestro, tres Avemarias y Gloria. 

Segunda semana del camino

“Yahvé te guarda del mal, es el guardián de tu vida. Yahvé guardo tus entradas y salidas, desde ahora para siempre” (Sal. 121 [120], 7-8).

Se enciende el segundo cirio morado.

Leer en la Biblia: Lucas 1, 39-45 (la Visitación).

Oración: Santísima Virgen María, Nuestra Señora de la Dulce Espera, caminamos contigo en la preparación para el Nacimiento de tu adorado Hijo y esperamos con ansias la noche en que Él se manifieste glorioso en medio de la paja del pesebre. Ayúdanos, amada Madre, a ser como Tú y que por medio de nuestro testimonio la luz de la verdad brille y llegue a todos los hombres. Amén. + Padrenuestro, tres Avemarias y Gloria.

Tercera semana del camino

“Pero yo aguardo a Yahvé, espero en el Dios de mi salvación: mi Dios me escuchará” (Mi 7, 7).

Se enciende el tercer cirio (rosado), signo de la alegría por la llegada del Señor.

Leer en la Biblia: Lucas 2,1-4 (camino de la Sagrada Familia a Belén).

Oración: Espíritu Santo, luz y guía de la Iglesia, concédenos fuerza y sabiduría para responder al llamado que el Padre eterno nos hizo en el Bautismo y, como a la Santísima Virgen María, tu Sierva, cúbrenos con tu poder y llénanos de la grada divina para ser portadores de la verdad del Evangelio. Espíritu de amor, que por tu gracia tengamos la mirada fija en el pesebre y aguardemos con alegría la llegada de Jesús, nuestro Salvador. Amén.

+ Padrenuestro, tres Avemarias y Gloria.

Cuarta semana del camino

“Aguardo anhelante a Yahvé, espero en su Palabra; mi ser aguarda al Señor más que el centinela a la aurora” (Sal 130 [129], 5-6).

Se encienden los cuatro cirios.

Leer en la Biblia: Lucas 2, 1-20 (Nacimiento del Señor Jesús).

Oración: Divino Niño Jesús, desbordamos de alegría por tu Nacimiento y por el cumplimiento de las promesas de nuestra Redención. Concédenos la sabiduría para vivir en familia el don inestimable que nos concedes y ayúdanos a dar frutos de solidaridad, unidad y misericordia. Permítenos imitar tu ejemplo, amado Niño, para que no busquemos los excesos del mundo, sino que nuestra mayor riqueza sea nuestro amor a Ti. Amén.

+ Padrenuestro, tres Avemarias y Gloria.

El último cirio, el blanco, se enciende en la Noche de Navidad.

Se ora un Padrenuestro, tres Avemarias y Gloria.

¡Feliz Navidad y próspero año para todos los lectores de MINUTOS DE AMOR!

lunes, 3 de diciembre de 2018

LLEGARÁ, CON LA LUZ, LA ESPERADA LIBERTAD

Jesús, el Mesías, era esperado por muchos que querían ver realizada la promesa de un descendiente de David cuyo reino duraría para siempre. El reino que ellos esperaban debía colmar los anhelos de justicia, paz y amor, pero no vieron en Jesús lo que buscaban; nosotros sí, pues sabemos que el Reino de Dios está vigente, que es perpetuo y que si cada uno de nosotros se compromete con él, el amor, la paz, la justicia y el perdón se harán presentes.

Todos somos llamados a prolongar el Reino de Dios; no podemos ser indiferentes a esta misión que compete a los creyentes donde quiera que se encuentren. Cada Navidad es la ocasión propicia para renovar nuestra fe en Dios Padre, quien envió a su Hijo al mundo y que por la acción del Espíritu Santo actúa con todas sus gradas y bendiciones en medio de nosotros.

La Navidad no puede reducirse a las celebraciones “decembrinas”; aunque coinciden, son muy distintas. Esta coincidencia es necesaria: diciembre es un mes donde normalmente se puede compartir con la familia y algunas personas disfrutan de sus días de descanso; entonces, lo que Dios desea es que compartamos según el espíritu de la Navidad y que sintamos que Jesús nace en cada persona, sin importar su educación, credo o raza. Él no vino a colocar barreras o muros entre las personas, sino a erradicar toda división que impide que nos amemos.

Hermanos, celebremos esta Navidad desde la fe porque la cercanía de Dios se hace más palpable cuando abrimos nuestras vidas y acogemos al prójimo cuando nos necesita. Navidad es tener un puesto más en la mesa, es dejar un regalo más en el árbol y compartir tiempo con alguna persona que vive en soledad. De esta manera es como reina el Dios-con-nosotros, el Mesías esperado que tomó carne y nació en un pesebre. Preparémonos durante el Adviento y aguardemos con ansias y alegría la encarnación del Hijo de Dios, nuestro Salvador.

¡Feliz Navidad!

viernes, 30 de noviembre de 2018

DIÓCESIS DE ENGATIVÁ PARROQUIA MADRE DEL REDENTOR SUBA - BOGOTÁ

Nuestra parroquia está ubicada en el noroccidente de Bogotá, en la localidad de Suba, exactamente en el barrio Compartir, y pertenece a la Diócesis de Engativá. Cuenta con una población aproximada de 20.000 habitantes, por quienes nos esforzamos por catequizar y acercar a la vida sacramental.

En 1993, cuando se culminó la construcción del barrio, la comunidad, a través de diferentes actividades como bazares y con la constante colaboración del párroco, compró el terreno y construyó el templo parroquial, que fue puesto bajo la protección maternal de la Santísima Virgen María con el nombre de Madre del Redentor. Concluida la obra del templo, la entregaron al servicio de la comunidad de las cinco etapas del barrio Compartir y sus alrededores.

Nuestra comunidad, asumiendo el plan pastoral de la Diócesis (Construir la ciudad de la misericordia, más humana y más fraterna), está comprometida en trabajar para construir e impulsar comunidades arraigadas en la Palabra y en la práctica misericordiosa de Jesucristo, como dice el documento que guía nuestro plan. Implementamos el servicio pastoral en los tres campos de la vida diocesana: campo de arraigo en Jesucristo, palabra de vida; campo de vida en comunión, y campo de servicio a las personas y a la sociedad. Entendemos la misión de la parroquia desde el plan pastoral diocesano como un esfuerzo por vivir la diversidad en la unidad como referente de toda acción pastoral, valorar los diferentes carísmas y ministerios al servicio de la comunidad y colocar en práctica el esquema parroquial de comunidad de comunidades.

El campo de Arraigo en Jesucristo, palabra de vida: hemos implementado el nivel de catequesis con excelentes servidores catequistas, quienes acompañan y preparan esmeradamente a los niños, padres de familia y padrinos para los sacramentos despertando en ellos la fe a través de palabras y testimonios. En este campo también contamos con la entrega de los servidores extraordinarios de la Sagrada Comunión, quienes acompañan a las personas que no pueden asistir por dificultades de salud al templo; comunidad de proclamadores, quienes prestan su voz al Señor para dirigirse a la asamblea litúrgica y, al tiempo, siempre están al pendiente para que la liturgia se vea impecable. Los ministerios musicales, que son varios, también hacen parte de este campo y vitalizan las celebraciones parroquiales.

En la vida de oración contamos con la asistencia permanente de los Talleres de Oración y Vida (TOV) y la exposición y oración ante Jesús Sacramentado todos los jueves, en la que se pide al Buen Dios por las vocaciones a la vida consagrada y ministerial; para esto hemos creado el comité vocacional parroquial.

Campo de Vida en Comunidad: contamos con los siguientes espacios pastorales: tres pequeñas comunidades Samaritanas y Misioneras constituidas según el plan diocesano; trabajo con niños, a través de un numeroso grupo de monaguillos. También se atiende a la población juvenil, que es una de las metas de nuestro trabajo: constituir un grupo estable y en crecimiento. Los jóvenes en nuestra parroquia cada día se van comprometiendo para formarse y luego salir al encuentro de la otra persona; son jóvenes carismáticos que buscan ayudarse y ayudar a los demás. Por último, en el nivel de asociaciones de fieles y movimientos apostólicos, tenemos la riqueza de las Comunidades Neocatecumenales, alrededor de nueve, quienes entregan caminos de formación constante e intensa vida sacramental.

Damos gracias a Dios porque en el Campo de Servicio a las Personas y a la Sociedad, tenemos la fortuna de contar con el consultorio psicológico y jurídico, formación para el trabajo, espacios para la resolución de conflictos y programas de rehabilitación de las adicciones. Esto en cuanto al nivel de promoción y liberación humana; en cuanto a la asistencia material que brindamos a los más necesitados de nuestra comunidad, sobresale la entrega mensual de mercados a 120 familias junto con su formación espiritual.

La Parroquia Madre del Redentor tiene las puertas abiertas para recibir a quienes se dispongan a visitar nuestra comunidad; cada uno de nuestros servidores está presto para acoger y acompañar a quien lo necesite. Bendiciones desde esta parroquia, a través de este precioso Manual de Oración, a todos ustedes, queridos lectores. Dios los bendiga y la Virgen María, la Madre del Redentor, los acompañe.

P. Idinael Bedoya Guzmán
Párroco