martes, 15 de enero de 2019

SANTOS BASILIO MAGNO Y GREGORIO NACIANCENO

Obispos y Doctores de la Iglesia 

Estos santos son recordados porque combatieron las herejías en contra de la divinidad del Hijo de Dios y la desigualdad divina del Espíritu Santo. San Gregorio Nacianceno nació en Capadocia (actual Turquía) en el año 330. Recibió el apelativo de teólogo por ser un gran defensor de la fe Trinitaria, la cual profesaba y por la cual decía: “Un solo Dios en tres Personas iguales y distintas”. Su gran amor por la Virgen María ío llevó a proponerla como modelo de vida cristiana. Su vida llena de fervor lo condujo a decir: “Nada me parece más grande que hacer callar a los sentidos; salir de la carne del mundo; recogerse en sí mismo; no ocuparse ya de las cosas humanas, salvo de las estrictamente necesarias; hablar consigo mismo y con Dios; vivir una vida que trascienda las cosas visibles; ser realmente un espejo inmaculado de Dios y de las cosas divinas, y llegar a serlo cada vez más, tomando luz de la Luz”. Murió en Nacianzo hacia el año 390. Estando en Atenas, conoció a San Basilio, quien nació en Cesárea de Capadocia (Turquía) hacia el año 330. Los éxitos mundanos no satisfacían su vida y creyó haber perdido mucho tiempo en vanidades, por eso exclamó: “Un día, como si despertara de un sueño profundo, volví mis ojos a la admirable luz de la verdad del Evangelio, y lloré por mi miserable vida”. Entre sus tratados teológicos recordamos uno de suma importancia: el tratado sobre el Espíritu Santo, quien lo movió a ser amante de la vida monástica y a establecer un nuevo modo de vivirla, centrado en la oración y el trabajo intelectual y manual. Fundó un monasterio en Turquía, donde sus monjes tenían escuelas y hospitales en los cuales se dedicaban al servicio de los pobres y mostraban la integridad de la vida cristiana. Murió en el año 379 con la esperanza de la vida eterna.

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