(*283/+304)
Patrona de los ciegos
Fue una joven laica cristiana mprometida con su fe que desde ly joven decidió consagrarse a Dios, conservando su pureza virginal. Nació el año 283 en Siracusa (Italia), cuando llegó a la adolescencia su madre, Eutiquia, quiso darla como esposa a un joven rico pagano; sin embargo, nuestra Santa imploró juiosamente a Dios que la liberara ese matrimonio no voluntario. El flor escuchó su oración y Eutiquia 'ó gravemente enferma. Santa la le dijo a su madre:
“Vamos en peregrinación a la tumba de Santa Águeda y si quedas curada, me concederás el permiso para no casarme”. Realizaron un peregrinaje a la tumba de Santa Águeda y, por obra del Señor, su madre quedó curada. Ante este milagro, Eutiquia respetó su deseo de llevar una vida virginal y consagrada a Dios. No obstante, el joven pretendiente se sintió frustrado y su enojo lo llevó a decirle al procónsul Pascasio que Santa Lucía era cristiana, religión que estaba totalmente prohibida en el imperio. La llevaron ante el juez para interrogarla y hacerle adorar dioses paganos, a lo que respondía sin titubear: “Jamás podrán apartarme del amor a mi Señor Jesucristo”. La amenazaron con llevarla a un lugar de prostitución para profanar su cuerpo, pero ella respondió: “Aunque el cuerpo sea irrespetado, el alma no se mancha si no acepta consciente el mal”. Trataron de llevarla a aquel lugar de maldad, pero ella se quedó inmóvil en el sitio donde estaba y entre varios hombres no fueron capaces de moverla de allí. El procónsul ordenó que le atravesaran con una espada la garganta y le sacaran los ojos, lo cual le provocó la muerte. Murió martirizada en Siracusa (Italia) en el año 304. Se le invoca para la ceguera espiritual y física y el mal de garganta.
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